20100517

Gorda, lo siento.

He sido un canijo, más de una vez. Pero lo que cuento ahora, lectores de la verdad, la verdad mera, la mera verdad, es de lo más despiadado que éste narrador de alarmantes injurias, sórdidas anécdotas, ha cometido en su cuestionable existencia.

Estaba borracho, más sabía lo que hacía. A explorar nuevos parajes, me orillaron los incalculables tragos de alcohol. En un motel barato, como solución autodestructiva, me acosté con una gorda. Jodimos bien.

Y aquí, señoras y señores, viene lo verdaderamente negativo, el monstruo que emergió tras la eyaculación... sírvanse a leer, por favor: La lastimé brutalmente. Pero no fue un daño físico, lo que a la gorda le hice. Créanme, hubiera sido mejor, para ella, para mi, haber pateado su barriga inmensa hasta despojarla de las tripas.

Lo que hice (y pueden parar de leer aquí, amén de no volver a leerme, lectores de buen juicio) no tiene nombre. Le dije: Gorda, ¡DÉJAME EN PAZ!

Gorda, estés donde estés: Lo siento.

ANEXO (201005280237): Esto fue hace más de cuatro años, que conste pues.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"·$%&/ espero sea una pesadilla, si no pues ya que el ser humano hace cosas muy estúpidas pero son experiencias, yo tuve la mía jaja pero ya que.

Anónimo dijo...

u.u

Anónimo dijo...

Muy mal gusto el tuyo... de forma muy esférica...

xOxO

Rulo dijo...

Maledicvs:
Nunca deja uno de tropezar.

Tu Mamá:
:)

Anónimo:
Mis gustos son muy variados, pero eso no fue por gusto.