La madre esa, no despertaba y era la última llamada. Regresé a la sala de espera a despertarla y para mi sorpresa la señora ya estaba más acurrucada, mientras una pareja de idiotas la observada desde enfrente, burlándose de ella. A mi también me causó un poco de gracia, pero sabía lo que había que hacer. "Gracias a dios, vino a despertarme joven" dijo la mujer. Intenté sonreír pero solo pude proferir un gruñido. "Gracias a dios, gracias a dios... pendeja", pensé.
Aeropuerto de 3a clase. Monterrey, NL. 20100920
2 comentarios:
La ubieras dejado dormida a ver si dios la despertaba.
Palabra verificadora: backota
Jajaja le hubieras dicho como yo e dicho; no fue gracias a dios, fue gracias a mi.
Que risa me daría ver tu cara en ese momento.
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