Aturdido y confuso, claro. Había muchas cosas por las cuales reír.
El volante estaba en mis manos y cualquiera, dígase, hasta un prosimio con retraso mental, estaba mejor capacitado para conducir. Pero lo hice yo. Y les digo, había muchas cosas por las cuales reír, muchas, muchas. Pero no podía reír, pues si reía, dejaba de manejar y entonces, no más "señor-que-ríe-mientras-conduce-bajo-el-influjo-de-la-mota-y-el-alcohol", no más Rulo, no más pendejadas y no más, nunca más.
Tuve que cerrar un ojo para enfocar, pues incluso, no estaba seguro si era el mundo, que se sacudía como una maldita mala broma de cagada, o si cualquier cosa, existiera, o que se yo. Incluso ahora, prefiero no afirmar del todo, lo que viví anoche.
Eyes X 10. Fu Manchu en el estéreo. Altos decibelios.
Me sentía totalmente aporreado. Slam, sonidos distorsionados y amplificados, mujeres ebrias, hombres ebrios. Todo mundo a la vez, y a la vez no. Todo aquello, perduraba en mi mente como un agudo e intermitente "tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii..."
El regreso a casa, prácticamente era la escapatoria de la terrible batalla, de gente mala y viciosa. En verdad, les digo, yo estaba molido, la mente extraviada, lejos de mí.
-¡Vaya!, al fin en casa -y reí.
2 comentarios:
jajajajajajajajajajajajajajaja es la risa de te dije que era real!
Yo ya no se que chingados es real. Tu sobre todo.
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