Medrosamente
el dinero viene,
y osadamente
va.
Lo he visto irse presuroso
con el hambre del caño,
con el despojo de la papelera,
la terrible llamarada al tocar mis manos.
Se va
en alcohol, mota, puchas y tabaco.
Se va con Walmart, Charlie Slim,
Procter & Gamble o Coca Cola Co.,
a veces Kodak y a veces Fujifilm,
piratería, mercado negro y narcotráfico.
Medrosamente viene,
como un millonario que tropieza
con un perro sarnoso (sin percatarlo),
y se va despavorido (sin siquiera mirarlo).
Así es,
viene
y
va.
Simplemente
a veces el dinero viene,
pero irremediablemente siempre,
siempre, siempre,
el dinero,
va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario