Pene

Ésta es la primera colaboración, de una serie de bosquejos alusivos a la credencial masculina, es decir, el pilín. Tarea no fácil, en la dinámica propositiva a quien, por cuestiones de carácter personal, permanecerá en el anonimato bajo la firma de Aura. Así es, la concepción de una mujer como crítica al mundo atravesado por el asta, donde ondea la bandera que autoproclama demagógicamente el reinado del falo. Se trata de no más ni menos que una crítica sin fines agresivos, tan sólo un análisis un tanto geométrico y plástico. Me hace pensar quizás en el cubismo, en el desface de la forma como un objeto plano donde, los puntos de vista, también se fragmentan y convergen, replanteando el significado. "La mayoría de los hombres son cuadrados...", son algunas de las palabras de la autora, a quien pude entrevistar hace algunos minutos, refiriéndose a la forma cuadrangular de cada testículo. "... son cuadrados, porque la fuerza que sostiene la erección, viene de cuatro puntos diferentes, que se apoyan al final en el centro; se concentran. Es decir, cuatro paredes que le dan fuerza a la erección". Ésto (es decir, la forma y la intención) en conjunto, me recordó aquel viejo proverbio que reza: La verga es cuadrada, ¿y que?

"... las cadenas o prototipos que muchas veces siguen (los hombres), son tan simples como cuadrados. Así mismo, egocéntricos (excluyen la crítica). Cerrados." Continúa la autora de ésta obra.

Un rompecabezas, un acertijo. Cabe observar la coronación del glande, que termina por el principio mismo del estandarte, en la base de ésta forma, quizá púbica que delimita el espacio, encerrando entonces al miembro en su propio YO.

Agradezco ampliamente el aporte de Adriana... perdón, perdón, Aura, a esta indagación, redescubrimiento y ensayo de un mundo disparejo y favoritista.