20100117

Llamalo como quieras:

Mente obsesiva,

fijación obsesiva,

situación obsesiva;

el tiempo aletargado

en botellas de vino tinto y cigarros Delicados.


Todo me parece fácil,

incluso más claro y sensible,

si la noche me invita otra botella

en tu ausencia,

para dar un par de vueltas al asunto.


No hay gran problema, nena,

no estoy tan hundido en la mierda,

aun me quedan cigarrillos,

créeme,

no es un gran asunto.


Nunca he estado cerca de morir,

o lejos de estarlo siempre,

irrigando amor en las venas,

con solemnes musas,

o yermo,

recorriendo las paredes,

estrechando la botella,

y obseso,

buscándote de muchas formas,

desde el pasado hasta el futuro,

jodidamente vivo.


Pero no estoy tan hundido en la mierda,

te lo digo ahora, nena,

inquebrantable,

proyectándote en tragos y fumadas,

diciendo tu nombre en ácidos eructos,

dibujándote en siluetas de humo consumado

y mi amor putrefacto.

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