Me pasa que cuando no todo el tiempo ando dopado o no todo el tiempo sobrio, empiezo a confundirme. Como cuando dicen que fumar es el portal para escapar de la realidad. Pero en ese caso, dejar de fumar sería algo así como para escapar a la realidad. Y entonces, parece que se trata de escapar todo el tiempo, pero a quien sabe dónde.
Tampoco pienso que estar dopado conlleve a una realidad más pura, o más real pues. No por el hecho de que los demás no lo estén y por mayoría, convenga más decir que se vuelve surreal. Lo que si pienso, es que a pesar de que las drogas alteran la percepción, no la transgreden. La percepción es imparable, no importa cuánto parezca frenar o no. Es constante. Presenciar cualquier acontecimiento influido por cualquier droga, supone una reinterpretación superficial; como un par de interlocutores. Esto supone que estando sobrio, la percepción hubiera sido distinta y para afirmarlo, es necesario experimentar el mismo acontecimiento sin el influjo de cualquier droga. Lo más lógico a pensar, es que efectivamente la percepción cambiaría. Sin embargo, en ésta segunda revisión del acontecimiento, consideraríamos ya ciertos patrones de la primera experiencia. Por ende, tendríamos que alterar el orden de los factores (primero sobrio y después pacheco), pero ya estaríamos simulando una hipótesis. Sería como el “hubiera”, que no existe.
2 comentarios:
El "hubiera" claro que existe... se define como "tiempo pendejo"...
Besos!
¿Me estas diciendo pendejo a mi, o al tiempo? y... si la realidad para empezar no existe, ¿que puñetas es el tiempo?
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